Blogueando a Cuba: De internet a Weyler y viceversa

Publicado por Jorge Ignacio | 8/15/2009 07:11:00 p. m. | 0 comentarios »



PALMA DE MALLORCA.-Hay una empresa española de telefonía cuyo slogan publicitario reza: Tienes derecho a internet. Es un recordatorio para captar futuros clientes.
El día que en Cuba veamos una valla con un texto similar será la señal definitiva que estamos esperando, no solo los cubanos que viven allí en la isla, sino también los del exilio. A los que nos marchamos del país todavía nos duele en el alma chocar con el anuncio que te recuerda que internet es libre. Para nosotros es un hecho, casi una obligación conectarse a la red, para conferenciar con nuestros amigos y revisar sitios webs a nuestra medida.
La ausencia de internet libre en Cuba ha dado lugar al encuentro que nos ocupa en estos días en otra ínsula, mediterránea pero no exenta de nostalgia hacia las Antillas. La bloguera cubana Aguaya, radicada en Berlín, nos ha traído los resultados de la primera encuesta sobre nuestra blogosfera, esa manera dispersa de entendernos, pero que no deja de ser un eslabón del rearme nacional.
El encuentro de nuestra nación, en medio de un panorama bastante desgastado a lo largo de cincuenta años de diáspora, debe comenzar por la cultura, y esto significa gastronomía, folclore y familia, dicho así por encima. Nunca pensamos que una herramienta tan ágil como la informática –Aguaya estudió cibernética/matemática- fuera a entroncarse con las ansias de localización de nuestra identidad. Nuestra razón de ser, desgraciadamente, se ha convertido en una sopa de añoranza. Dos millones de cubanos viven fuera de la isla –como este que escribe- y esto es un porcentaje muy elevado para una población nacional de once millones.
Si unos pocos años atrás vivíamos desinformados del pensamiento de nuestros paisanos, de su quehacer intelectual, creatividad, hoy existen conexiones en tiempo real que nos acercan a los de adentro y los de afuera, pero, claro, todavía es preciso burlar la censura y hacer trampas porque conectarse a la red dentro de Cuba es prácticamente una contravención.
Aguaya nos proyectó en primicia una entrevista de veinte minutos con Yoani Sánchez, la bloggers más conocida e influyente. Ella recibe miles de visitas diarias en su blog, y sin embargo no tiene conexión en su casa. Hemos visto cómo algo tan sencillo como puede ser para los de afuera acceder a la red, en Yoani se ha convertido en una especie de peregrinación por hoteles de La Habana, donde no siempre hay suerte de enchufar un pen drive.
Son las nuevas tecnologías las que revolucionan ese encuentro de la nación. En la década de los ochenta fueron los artistas plásticos quienes se encadenaron a los postes de la luz en performances reivindicativos. Aquellos artistas terminaron emigrando masivamente y diluyéndose en la nostalgia y la resignación, porque a casi nadie le gusta dejar su casa y sus amigos.
En la conversación de hoy, que tuvo lugar en el Hotel Amic Horizonte, participamos pocos blogueros del exilio- me gusta llamarle así al cubano que se marcha sin garantías institucionales-, pero muchos observadores. Se dio un diálogo abierto y respetuoso, tranquilo y sobre todo nos sirvió como terapia para ensayar el encuentro de la nación que tanto anhelamos.
El tiempo pasa y, si sabemos hablar sin escandalizar el discurso, nos entenderemos tarde o temprano. Ayer paseábamos por esta ciudad como curiosos forasteros. En un recodo de una calle apareció el nombre Valeriano Weyler, el tristemente célebre capitán general español que tanto daño ocasionó a los cubanos y que, por cierto, era mallorquín. Y no tiramos piedras a la pared. Al terrible estratega lo pusimos en su lugar sin bendecir su memoria.
Un gesto de buena voluntad.

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